Entre las varias teorías sobre la domesticación del lobo hasta convertirse en el perro que colaboró con nuestra especie, un grupo de científicos fineses ha aportado otra más no carente de argumentos. Su estudio se basa en el exceso de proteína que conseguía el hombre en este periodo y que al desecharlas pudieron ser aprovechadas por los lobos. Ya que estos pueden alimentarse solamente de ellas mientras que los seres humanos no pueden mantener una dieta completamente carnívora debido a la capacidad del hígado para generar solo una parte de nuestras necesidades energéticas a partir de proteínas.