Descubierta en 1995, en esta impresionante cueva se han hallado desde un asentamiento de hace 400.000 años, perteneciente a homínidos anteriores a nuestra especie, a una gran cantidad de objetos muebles realizados en hueso o plaquetas de piedra, así como unas 400 pinturas o grabados de magnífica calidad, pertenecientes al periodo Paleolítico.
Durante el Neolítico y las Edades de los Metales tuvo un uso de carácter funerario. Posteriormente la galería inferior fue utilizada por los Visigodos para realizar enterramientos. La única época de la que no se han hallado restos sería la Romana.
En palabras de Pablo Arias Cabal, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria: “Tiene unos suelos del Paleolítico de hace unos 16.000 años en un estado de conservación extraordinario. Han sobrevivido los restos de hábitat y los objetos que usaban de forma cotidiana tal y como fueron dejados. La cueva quedó bloqueada durante la última glaciación y se ha convertido en una burbuja. Esto es algo que no hay en ningún otro lugar”.