Descripción
Originalmente se encontraba esta pintura en el abrigo de la Roca de los Moros (Roca dels Moros) en el barranco de Calapatá, cerca de Cretas, Matarraña (Matarranya), en Teruel (Aragón).
Este yacimiento forma parte del conjunto “Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica” declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
La Roca de los Moros tiene una importancia singular en el estudio del arte rupestre del arco mediterráneo porque fue el primer yacimiento en el que se descubrieron pinturas rupestres levantinas.
Descubierto en 1903 por el arqueólogo de Calaceite, Joan Cabré. En los años siguientes él mismo estudió el yacimiento con Henri Breuil. Una vez estudiadas las pinturas fueron vendidas, las principales figuras, al MAC de Barcelona en 1918 donde se encuentran actualmente conservadas.
Hoy en día se pueden ver los agujeros en la roca y una iniciativa de la Comarca del Matarranya, con el apoyo del Ministerio de cultura, permite volver a ver en estos abrigos tal como era de un modo virtual con tecnología de escaneo en 3 Dimensiones.
Se han catalogado en la fase antigua o naturalista del arte levantino 6.000 – 3.500 a.C.
Estas pinturas realizadas en tinta plana color rojo, obtenidos de minerales, se encuentran en abrigos rocosos casi al aire libre. En ella encontramos diferentes motivos. Los más notables son tres ciervos de grandes dimensiones de perfil en diferentes actitudes: dos de los ciervos marchan uno hacia la derecha y otro a la izquierda y un tercero (que es el que corresponde a nuestra reproducción) se encuentra recostado. En dicho panel encontramos también tres figuras antropomorfas, entre las que se identifican dos arqueros y un pequeño toro de color rojo claro y con menos detalle. La conservación parcial de las pinturas no permite confirmar si se trata de una escena de caza o si los elementos no están relacionados. Además, la diversidad de formas hace pensar que las diferentes figuras puedan haber sido hechas en momentos muy distintos.
El ciervo recostado está orientado hacia la derecha, se muestra en posición de descanso con las patas replegadas, si bien la pata derecha delantera se muestra estirada. Esta disposición podría apuntar la posibilidad de que el artista pretendiera captar el momento justo en que el animal se encuentra recostándose o bien incorporándose.
El estilo en el que fue ejecutado resulta muy naturalista y elegante, guardando unas proporciones correctas entre las diferentes partes del cuerpo.
La cabeza, de forma triangular, se muestra erguida habiéndose reflejado con precisión, la quijada, el hocico y las dos orejas enhiestas. Presentan una gran cornamenta, aunque se conserva sólo parcialmente, pero se identifican las dos astas en perspectiva semitorcida. Del asta izquierdo se conserva solo la mitad de su desarrollo pudiéndose apreciar la luchadera y la punta de la contraluchadera. Los cuartos traseros aparecen redondeados, con una pequeña cola. En las patas se aprecia el corvejón de la trasera, las rodillas de las delanteras y las pezuñas.
Se deduce que no sólo conocían a la perfección la anatomía de sus modelos, sino que estaban familiarizados con su hábitos y costumbres, sin duda fruto de una constante y profunda interacción, que se viene definiendo como mágica-religiosa.
Documentación
1.- Arte rupestre en la comarca de Matarraña 3dscanner.es>matarranya
2.- wikipedia
3.- puyalón.org
