Descripción
CÉRVIDO JUMILLA, MURCIA
La pintura se localiza en el Barranco del Buen Aire II, en el paraje de la Alquería, a 7 km al noreste de la población de Jumilla, Murcia.
Dicho abrigo está orientado al mediodía y al levante y emplazado en la base de los farallones de la Sierra de la Cingla.
El número de yacimientos en la región de Murcia, localizados hasta ahora, se acerca a la treintena.
En los conjuntos de arte esquemático, aunque desigualmente repartidos, se observa una concentración de los mismos en el sector noroccidental de la provincia en torno al curso del río Segura, otro núcleo en el Altiplano de Jumilla-Yecla y el otro grupo en la llamada Cuenca de Mula.
Las pinturas se encuentran en abrigos al aire libre. Un aspecto a destacar es la proximidad de los conjuntos pintados a reservas de agua: inmediaciones de cursos fluviales, fuentes…
Las pinturas, descubiertas en marzo de 1983, fueron estudiadas por Jerónimo Molina y luego por M.A. Mateo Saura. Tras el descubrimiento J.R. García del Toro, profesor de la Universidad de Murcia, acomete la tarea de documentación de las nuevas pinturas (somero informe preliminar). Será en 1991 cuando el conjunto se incluya en la ampliación de la Carta Arqueológica de Jumilla (Molina y Molina 1991).
Para este abrigo, Mateo Saura establece un periodo Neolítico y Eneolítico.
En cuanto al estilo de las figuras de este panel, se encuadraría en el Esquemático Levantino. Cabe resaltar la lejanía formal de estas representaciones del Buen Aire respecto de las existentes en su entorno, por ejemplo en la cueva del Peliciego; pero sí encajan con aquellas que definen el grupo artístico del Alto Segura (Mateo, 2004): estatismo de las figuras animales, escasez escenográfica, o el buen tratamiento, en general, de las proporciones anatómicas…
La figura representa un cérvido. Aunque muchas veces la falta de detalles anatómicos definitorios impiden precisar la especie representada, en este caso, la presencia de cornamentas ramificadas, nos permite reconocer dicha figura.
En este abrigo no aparecen representados motivos humanos pero sí hay una importante presencia de la figura animal dominante en el yacimiento: encontramos varios cuadrúpedos, ente ellos, tres cervinos, además de dos esquemas de los denominados “pectiniformes”, un elemento ramiforme, varios puntos y dos motivos que se asemejan a los clasificados como esquemas “arboriformes”. Se distribuyen por diversos puntos de la pared del fondo del abrigo, formando un friso cuya altura oscila entre 1,10 m y 1,55 m respecto al suelo de la cavidad.
El ciervo mide 13,2 cm de alto y 15,1 cm de ancho y es de color rojo, color predominate, aunque puede aparecer en otras figuras en distintas tonalidades que van desde el más claro al más oscuro. Un estudio de los componentes del pigmento de varias muestras reveló la elaboración del color rojo a partir de bol rojo, una especie de silicato de aluminio ferruginoso.
Bibliografía:
1.- Jordán Montes, J. F. y Martínez Franco, A. (2007). Arte rupestre en la Región de Murcia. Desde el Paleolítico hasta la Edad de los Metales, Murcia: Región de Murcia.
2.- Mateo Saura, M. A. (2005). “El arte rupestre prehistórico del Barranco del Buen Aire (Jumilla, Murcia) Verdolay, 9, 51-70.
3.- Mateo Saura, M. A. y Bernal Monreal, J. A. (1996). “La pintura rupestre esquemática en Murcia. Estado de la Cuestión”, Espacio, Tiempo y Forma. Serie I. Prehistoria y Arqueología, 9, 173-206.
4.- Mateo Saura, M. A. (2016). “El arte esquemático en la Región de Murcia (España)”, Cuadernos de Arte Prehistórico, 2, 127-152.
